Vistas que quitan el aliento

La ubicación del hotel es inmejorable, justo en medio de Positano y Amalfi. Las vistas al mar desde el balcón de nuestra habitación eran impresionantes. Además, el personal fue maravilloso, siempre dispuesto a ayudar.

Sin embargo, el acceso a algunas habitaciones puede ser complicado para personas con movilidad reducida debido a las escaleras empinadas. Esto puede afectar la comodidad de la estancia.

Recomiendo aprovechar la playa privada cercana, que casi no se usa, para disfrutar de un día tranquilo al sol.

Excelentes vistas y desayuno variado

Aprovechamos las increíbles vistas mientras disfrutábamos de un desayuno variado. La atención del personal fue notable, siempre dispuestos a ayudar. Asegúrense de pedir una habitación en el edificio principal para evitar inconvenientes de acceso.

Las vistas al mar desde el balcón eran tan impresionantes que me hicieron sentir como un rey en su trono con vista a un reino de ensueño. El desayuno era un festín, con mermeladas caseras y café más fuerte que un abrazo de oso. Sin duda, Torre Saracena es un lugar donde la felicidad se sirve en cada plato.

Mobiliario antiguo

Las vistas al mar desde nuestra habitación eran espectaculares, y el buffet del desayuno era abundante. Además, el hotel está a solo 200 metros del famoso camino de los dioses, ideal para pasear con los niños y explorar la hermosa Costa Amalfitana.

Mi mujer dice que sería genial tener más opciones de entretenimiento para los niños.

Recomendado para viajeros solos

El staff es una maravilla, siempre listos para ayudarte con sonrisas. Además, me encantó la playa privada, era como tener un pequeño rincón solo para nosotros en el mar.

No fue barato, pero lo que obtuvimos estuvo aceptable.

Las vistas son espectaculares y la atención de Luigi hace que te sientas como en casa. Pero el acceso a algunas habitaciones es complicado.

La ubicación del hotel es inmejorable frente al mar, perfecto para explorar Positano y Amalfi. Las vistas desde nuestra habitación eran espectaculares, ideales para relajarse. nos encantó el desayuno, que era mucho más que suficiente y de buena calidad, con varias opciones para elegir.

El acceso a algunas habitaciones puede ser complicado por las escaleras.

Espectacular ubicación, ideal si buscas un lugar entre Positano y Amalfi para explorar las playas y restaurantes cercanos, con un acceso directo a la parada de autobús justo en la puerta.

Las vistas al mar son impresionantes, lo cual realza la experiencia en cada desayuno. Sin embargo, la antigüedad del mobiliario es notable. El servicio del personal es excepcional, haciendo sentir que estás en casa.

La vista desde nuestras habitaciones fue espectacular! Disfrutamos de un desayuno variado y ameno cada mañana. La ubicación es perfecta para explorar lugares como Positano y Amalfi, y la playa privada es un excelente escape. Además, el personal es muy servicial y acogedor.

Sin embargo, notamos que el hotel necesita ciertas reformas, ya que algunas áreas estaban un poco descuidadas. Esto afectó un poco nuestra experiencia.

La habitación era amplia y contaba con unas vistas al mar impresionantes. El desayuno variado y de buena calidad, aunque le faltaban opciones de jugo. el desayuno continental fue muy sabroso. En cuanto a aspectos negativos, el acceso a algunas habitaciones es complicado, especialmente para personas con movilidad reducida, además, se nota que el lugar necesita modernización en su mobiliario y las cortinas en el baño no son lo más cómodo. La atención del personal fue excelente, siempre dispuestos a ayudar.

La habitación era cómoda y tenía una decoración clásica. Las vistas al mar eran espectaculares, pero la cortina del baño no me gustó para nada, se sentía un poco incómoda. El personal fue muy amable y servicial, lo que hizo que la estancia fuera más agradable. Aunque el lugar necesitaba algunas mejoras en general, pude disfrutar de la tranquilidad de Praiano.

Ubicación ideal entre Amalfi y Positano, vistas impresionantes desde la habitación. Acceso directo a un área de baño privada, aunque hay que bajar unas cuantas escaleras. La habitación era cómoda y bien equipada.

Las escaleras me hicieron sentir como si estuviera en el gimnasio, ¡una pena que no me diera un seis pack al final!

La vista desde la habitación era impresionante y la playa privada es un paraíso escondido en la costa que apenas se usa.

me sentí muy bien atendido, no tengo ninguna pega